¿Cómo lidiar con las emociones en tiempos de crisis?

Miedo, frustración, enojo, ambivalencia, desconfianza desesperación, son el sentir actual de muchas personas por estos días. ¿Cómo lidiar con las emociones que asoman tras la compleja situación que atraviesa el mundo?

Conviene no olvidar que la situación actual es una situación de amenaza o peligro y  se reacciona con mucha tensión. El problema, a diferencia de lo que ocurre en situaciones de estrés común, es que en esta ocasión los factores estresores son constantes e intensos, y no permiten que el cuerpo se recupere de esa situación; sumado a ello hay una sobre hay una sobreexposición de información a través de las redes sociales y medios, que contribuye a crear sensación de cansancio mental.

“El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo”

Antoine de Saint-Exupery

En la vida suceden tantas cosas de las que no tenemos control. Como la situación actual mundial; La vida cambia radicalmente justo cuando menos lo estamos esperando. Sin embargo, nada de esto lo podemos evitar o cambiar. Lo que sí puedes hacer es controlar tus emociones. ¿Cómo? Respondiendo diferente ante los hechos.

No obstante, tú eres y sigues siendo el dueño de tus acciones aún en tiempos de crisis. Toma control de tu respuesta ante los hechos. Eso mejorará de manera impactante tu calidad de vida. Porque verás todo diferente.

Sigue estas pautas para mejorar tu bienestar psicológico potenciando tu capacidad para regular tus emociones:

  1. Practica una actividad deportiva

La salud del cuerpo se ve reflejada en la salud de la mente. Por eso, a la hora de gestionar bien las emociones, hay que asegurarse de que nuestra condición física no nos predispone a exponernos a situaciones que nos generan malestar.

Para ello, hacer ejercicio de manera regular es clave. La actividad física no solo nos ayuda a desconectar y nos aporta una agradable sensación; además, los ejercicios de tipo aeróbico protegen contra la depresión y la ansiedad, siempre que los practiquemos de manera regular. Con dedicarle unas tres sesiones a la semana de unos 40 minutos, debería ser suficiente.

  1. Practica Mindfulness

El Mindfulness es un conjunto de prácticas inspiradas en la meditación. Estos ejercicios permiten poner en perspectiva nuestros problemas y no dejar que el temor y la angustia nos paralicen ante problemas que sabemos que tenemos. Suele utilizarse como una herramienta contra el estrés y el bajo estado de ánimo persistente.

  1. Duerme bien

La falta de sueño tiene un impacto en nuestra habilidad a la hora de regular las emociones y de razonar. De hecho, sus efectos negativos en la mente humana son tan significativos que no dormir bien hace que se dispare el riesgo de desarrollar una amplia variedad de trastornos físicos como sobrepeso, obesidad, jaquecas y psicológicos, especialmente la ansiedad y la depresión.

  1. Mantén tu atención en un propósito

En tiempos de crisis es fácil tener la sensación de que se pierde el tiempo, y esto altera mucho el equilibrio emocional: suele estar acompañado de los problemas de autoestima, con pensamientos del tipo «no valgo para nada» al no saber qué hacer ante la falta de alternativas entre las que elegir en cuando a trabajo, ocio, etc. Para no perder el rumbo, es importante no dejar de llevar a cabo proyectos y no dejar de aprender, no solo en el ámbito profesional, sino sobre todo en lo personal.

  1. Combate los Pensamientos toxicos

Los pensamientos toxicos son aquello que comúnmente llamamos «no poder sacarse algo de la cabeza», especialmente cuando ese pensamiento o imagen mental tiene un efecto perturbador, genera angustia o inquietud. Con el paso del tiempo, los pensamientos toxicos nos van debilitando, y por mucho que intentamos dejar de pensar en eso, no podemos: tratar de suprimir su presencia hace que nos obsesionamos más con su contenido, dándole poder de influencia sobre nosotros.

No es imposible hacer que la presencia de estos pensamientos toxicos nos deje en paz. Los ejercicios de Mindfulness ayudan a hacer que esos pensamientos recurrentes se vayan apagando, y también ciertas técnicas de la terapia cognitivo-conductual y de la Terapia de Aceptación y Compromiso. La clave está en aceptar de manera provisional su presencia y el malestar que genera, pero sin darle más protagonismo del necesario y siendo capaz de centrar la mente en otras cosas. 

  1. Mantener las relaciones interpersonales

Es mucho más fácil sobrellevar el impacto emocional de la crisis si lo hacemos en compañía de personas importantes para nosotros. De hecho, mientras que las personas que tienden a relacionarse más suelen ser más felices, la soledad se asocia a problemas de salud tanto físicos como psicopatológicos.

Es importante tener personas de confianza en nuestro entorno con las que hay un afecto correspondido y interdependencia.

 

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